Casa Melagrana, Italia
Studio Bacchella
photo by Photo by Adriano Bacchella
El poeta Dylan Thomas cautivado por la Isla de Elba, la perla del Tirreno, decía: «¡Afortunado Napoleón! Esta Isla es bellísima».
Bendecida con atardeceres púrpura y aguas turquesas, la Isla de Elba es un sitio de primitiva belleza, un precioso tesoro de naturaleza, historia y poesía. Enclavada en la costa occidental de la isla, denominada Costa del Sol, se encuentra la pequeña aldea de Seccheto, y sobre la cima de su colina se erige la Casa Melagrana, una típica construcción independiente de estilo minimalista que privilegia el uso de materiales naturales de Elba. Los ambientes rústicos envueltos en tonos cálidos entre ocre y ámbar sirven de marco perfecto para la lámparas de Catellani & Smith que no quieren ser meros objetos de iluminación sino que pretenden mostrar el espíritu y la importancia de un trabajo artesanal ejecutado con extrema precisión. En los casi 100 m2 de espacios que forman la Casa Melagrana, se amalgaman una serie de creaciones que forman un «viaje» emocional y sensorial en el que la luz se transforma en arte ante los ojos de quienes saben observar. Domina la entrada una gran Turciù con brazos flexibles de latón que se doblan y entrelazan creando combinaciones que se pueden personalizar a gusto. Al entrar en la habitación se tiene la sensación de amplitud gracias a una distribución inteligente del espacio entre una pequeña área de estar , la cocina a la vista, y una entreplanta que se creó cuando se reformó el techo. En el cuarto de estar se destaca una Fil de Fer de techo, un complejo ovillo de alambres de aluminio anodizado en dorado, salpicado de minúsculos puntos de luz. Para iluminar la cocina se eligió una composición de Lucenera también de techo, en su versión con tubos de carbono negro. Una lámpara Wa Wa con base y estructura de latón, varas de cobre y gemas de cristal luminosas que crean fascinantes círculos de luces en las paredes crea una atmósfera cálida y acogedora en la entreplanta. La perfección del círculo se repite en la otra lámpara que se eligió para este espacio: una Sorry Giotto en su versión de mesa. El anillo azul de hierro bruto pintado a mano esconde en su interior pequeñas luces led que dan luz a la forma pura y minimalista.
Siguiendo hacia los dormitorios, en donde los ambientes son más íntimos y privados, nos encontramos con la luz «irregular» de la colección PostKrisi. La lámpara PostKrisi 49, hecha de fibra de vidrio blanca y recubierta en su interior con una lámina de color dorado, se enciende en el techo y crea un encantador efecto «imperfecto» de luz que se vislumbra a través de las ranuras irregulares de la pantalla. Al lado de la cama encontramos una PostKrisi F64 de dos semiesferas de fibra de vidrio con acabado blanco que atrapan la luz y la difunden sobre el muro a través de su ranura discontinua e irregular. Finalmente, en los dormitorios y en las zonas que se habitan durante el día, encontramos la belleza sutil de Sweet Light, una pequeña esfera que se apoya sobre un mueble, hecha con alambre de aluminio color latón; se puede adaptar su luminosidad simplemente con tocarla con la mano.