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Se eligieron lámparas de techo Fil de Fer de alambre de aluminio para iluminar los amplios espacios de un chalé. Las principales características de esta casa de campo son un peculiar jardín interno, una fuente, un pequeño lago con peces Koi y nenúfares, y grandes ventanas. Además de una bella vista de las colinas y de las aldeas adyacentes, el chalé está en contacto con la naturaleza, lo cual también se refleja en los ambientes internos. De hecho, para la decoración de los interiores se utilizaron únicamente materiales naturales, y dos jardines verticales adornan la amplia sala de estar. El leitmotiv del diseño arquitectónico y de los ambientes internos es el minimalismo enriquecido por una pizca de estilo Zen. Era necesario una iluminación acorde al estilo moderno elegido. Las lámparas Fil de Fer responden perfectamente a este requisito, ya que pueden integrarse a las habitaciones inundadas de luz; casi desaparecen de la vista durante el día mientras que, durante la noche, dan vida a una atmósfera sugerente donde la naturaleza y la presencia humana coexisten en armonía.